No es la primera vez que los “colectivos” hacen algo así. Hace dos años, unas cuantas personas que se ostentaban como parte de los colectivos de familiares desaparecidos dieron portazo a las oficinas de la Fiscalía y obligaron al fiscal a reunirse con ellos. En ese entonces los comandaba la licenciada Pía Irene Salazar Santana, quien era parte de la defensa de Arturo Bermúdez Zurita. Esta mujer no sólo encabezó el “portazo” en la Fiscalía, sino que además les pasaba notas escritas a las madres para que increparan a Jorge Winckler y a Roberto Campa.
Es lamentable que algunos miembros de los Colectivos, que no todos, se presten como peones para satisfacer las obsesiones del “porro de Palacio”. Cabe señalar que el mismo Gobierno del estado ha puesto a disipación de estos supuestos miembros de colectivos, autobuses y baños portátiles, de esos que ni Obama tiene. Si Patrocinio Cisneros cree que la ciudadanía no se da cuenta de sus artimañas, está equivocado. Poco a poco se desgasta el secretario de Gobierno, poco a poco hartará la forma porril como actúa. ¿Hasta dónde será capaz de llegar este sujeto para satisfacer sus obsesiones?