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Y nadie se acordó de Toño Nemi, también quiere que lo dejen libre

A Juan Antonio Nemi Dib no le va a bastar con que lo dejen libre, obsesionado por su inocencia, va a querer que su nombre se inscriba en letras de oro en el Congreso de Veracruz, ahí entre José Azueta y Virgilio Uribe. En misiva enviada a un medio de comunicación, Juan Antonio asegura: «No cometí ningún delito. Soy preso político y víctima de un proyecto de odio, infamia, destrucción y muerte. Le recuerdo a Winckler que yo presenté más de 300 denuncias por los actos de corrupción en SESVER y que él se encargó de desaparecerlas».

Por cierto, esas denuncias en imágenes el mismo medio que hace eco de su carta las publicó de manera difuminada, como para que no se advierta que muchas no son denuncias. Por supuesto, Toño Nemi no se conforma con su arresto domiciliario, quiere que lo declaren inocente, quiere salir para seguir documentando su martirio.

Ya tenía a un notario público registrando todo lo que de él se publicaba, así como para tener material y escribir una autobiografía. Pero, aunque tiene arresto domiciliario por motivos de salud, aún si lo dejaran en libertad para continuar su proceso, el señor todavía tendría que responder por las imputaciones que hay en su contra. Y eso es para todos los liberados en la era Cuitláhuac.

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