Ahora que el nombre de Rafael Caro Quintero ha regresado a la escena pública, gracias a la serie Narcos: México que se transmite por Netflix, vale la pena rescatar aquella entrevista que le hizo el periodista Julio Scherer al narcotraficante. El fundador de la revista Proceso narró que cuando llegó a la prisión de Almoloya se encontró con un hombre que parecía más un zombi, con la mirada perdida y corriendo en círculos en el patio de la cárcel. “Estoy hasta la madre de la cárcel, es un campo de concentración. Es un lugar que te afecta mentalmente”, fue lo que le dijo.
Caro Quintero también le confesó al periodista que corría porque era lo único que podía hacer allá adentro; que el ejercicio le ayudaba a combatir la depresión que le causó el encierro y el estar lejos de su familia pues, mencionó, pasó mucho tiempo para que pudiera recibir visitas en la prisión. “Cuando llegué me dieron medicamentos controlados, no los quería tomar. Nunca había tomado pastillas; me dejaron una depresión que olvídese, una tristeza que no se la deseo a nadie. Se pone uno triste, sin ánimos, sin ganas de nada”, es parte de lo que le confesó el jefe de la droga al periodista.
En aquella ocasión Julio Scherer le preguntó ¿saldrá de Almoloya? Y Caro Quintero respondió “pues si Dios quiere. Tengo muchas esperanzas. Tengo que salir. Tengo una familia que me está esperando. Tengo que ayudarle a mi esposa con mis hijos”. El narcotraficante también reveló que la pobreza y la falta de estudios fueron los motivos por los que se metió al negocio de la droga. “A estas alturas ya está uno acabado”. También confesó que luego de su detención perdió la mayoría de sus propiedades, casas, ranchos y ganado. Al final, como todos sabemos, a Caro Quintero sí se le hizo salir de la prisión. En 2013 fue liberado y actualmente es uno de los hombres más buscados por la justicia de los Estados Unidos. ¿Seguirá corriendo o ya habrá superado la depresión?
Comentarios