Vamos a reírnos de lo que le hacen a Winckler, para que cuando nos lo hagan a nosotros, que otros se rían también

Fuerza militares detuvo a escoltas del fiscal Jorge Winckler FOTO: WEB
- en Avenida Principal, Carrusel

Por supuesto que Jorge Winckler debe responder por su actuación en la Fiscalía General del Estado de Veracruz. Si cometió omisiones, que responda; si se dejó corromper, que responda; si puso la Fiscalía a disposición del exgobernador Yunes, que responda; si torturó, si amenazó, que responda. Si encuentran pruebas para fincarle responsabilidades que las presenten; si logran hacerle un juicio político, procedan; si merece ir a la cárcel y logran vincularlo a proceso, que abran las puertas de par en par para que ingrese.

Mientras tanto, si su estrategia es utilizar el aparato del poder para acalambrarlo, sólo están demostrando que el gobierno de Morena puede ser tan corriente, tan represor, tan asqueroso como lo fueron los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte. Lo dijo muy apropiadamente Eric Patrocinio Cisneros Burgos, secretario de Gobierno de Veracruz, «hasta entre los perros hay razas», y él está resultando un pitbull represivo, un pitbull violento. Ahora bien, ayer mismo reportábamos el terror que en Saltillo causaba la llegada de Hugo Gutiérrez Maldonado a la policía municipal en 2012; Gutiérrez Maldonado sólo está demostrando que ese miedo de los saltillenses estaba bien fundado.

Y los medios de comunicación que están celebrando esas embestidas del estado síganse riendo, para que cuando las embestidas sean contra ustedes, otros se rían de sus desgracias. Recuerden lo que escribió el pastor Niemöller en los tiempos de los Nazis: «Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío. Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí».

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