Cómo se le ocurre a Érika Ayala hablar de corrupción sin incluirse ella misma; cómo se le ocurre hablar de aquellos que utilizaron al PRI como una plataforma para conseguir cargos públicos; cómo se les ocurre hablar de los que usaron al partido para enriquecerse, para saquear, para volverse millonarios. Érika Ayala fue cómplice de Fidel Herrera y de Javier Duarte y si lo niega, niega su patrimonio político.
Repetimos lo ya escrito en este portal: «Érika fue cómplice de Fidel Herrera, cómplice de Duarte; traficó con ellos y se valió de su sempiterno liderazgo en el sindicato del Cobaev para agenciarse de muchos recursos económicos. A Érika Ayala sólo es cosa de buscarle un poco en las finanzas de su sindicato, así como del Cobaev para encontrarle la podredumbre. Ella hizo del Cobaev un nido de aviadores: María Eugenia Montano Bermúdez, hija del exdiputado Alejandro Montano, quien cobraba cinco mil 706 pesos quincenales; Miriam Margarita García Amador es otra de las beneficiarias con estos sueldos quincenales sin ir a trabajar; Mónica Camarena Crespo ha estado cobrando por más de un sexenio cinco mil 225 pesos quincenales con plaza de ¾ de tiempo en el Cobaev; Claudia Camarena Crespo aparece en esta lista con un sueldo de 12 mil 246 pesos quincenales».
Érika pide que le pongamos nombre a esos corruptos, a esos que se beneficiaron del PRI, uno de esos nombres es Érika Ayala.
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