La esposa de Joaquín El Chapo Guzmán, Emma Coronel, logró burlar los filtros de seguridad e introdujo a la sala del juicio un teléfono celular. Tras conocerse la situación, el juez que lleva el caso de su marido le ordenó que saliera del salón y que pasará de nueva cuenta por los puntos de revisión. Las autoridades de Estados Unidos pusieron especial cuidado en proteger la imagen del testigo, Miguel Ángel “El Gordo” Martínez, pues se sabe que en el pasado sufrió dos atentados en su contra, presumiblemente ordenados por el capo de la droga.
El temor más grande de los fiscales era que la esposa del narcotraficante pudiera tomar fotografías del testigo protegido y revelara su identidad, lo cual lo pondría en peligro. Hay que recordar que luego de que fuera detenido a finales de la década de los 90, el ex piloto fue apuñalado en prisión y tiempo después, le arrojaron una granada a su celda. De ahí la secrecía con que se ha manejado su intervención en este juicio.
Tras conocer la orden del juez, algunos de los presentes aseguran que a la esposa de El Chapo se le dibujo una sonrisa en el rostro y abandonó la sala para dirigirse a los filtros de seguridad para su revisión. Como ya le hemos informado en este espacio, la joven de 29 años no se ha perdido una sola de las audiencias de su marido y le ha demostrado su apoyo a través de sus redes sociales. El juicio de Guzmán Loera se espera que dure cuatro meses y, de ser hallado culpable, podría alcanzar la pena máxima de cadena perpetua. En los próximos días, más excolaboradores de El Chapo testificarán en su contra.
Comentarios