Hasta el último momento se resistió, sin embargo, su suerte ya estaba echada. Tendría que dejar la presidencia del SNTE. Esa era la orden y habría que respetarla. Entre miércoles y domingo, Juan Díaz se reunió con su antigua aliada. No obstante, delante de su antigua amiga, Juan Díaz de la Torre se mostraba renuente a la petición de soltar las riendas del SNTE. Esteban Moctezuma y Olga Sánchez Codero sólo estuvieron en las primeras dos reuniones, como testigos, de un diálogo que en ocasiones se tornaba ríspido. Y es que la Maestra, como la pirinola, quería absolutamente todo, regresar como presidenta y ser redignificada delante de todos.
Juan Díaz llegó al grado de proponer que se abriría espacio para 10 integrantes de Maestros por México (MXM) en el actual comité. La maestra dijo, no. El debilitado líder entonces dijo que la maestra estaba imposibilitada legalmente a una restitución y espetó que él había sido respaldado en febrero pasado por un congreso, durante la gestión de Osorio Chong.
Los enviados de AMLO finalmente le dijeron a Díaz de la Torre que el presidente electo estaba consciente de que los maestros habían sido muy lastimados por los agravios de la Reforma Educativa y que se requería un «cambio sin conflictos». En otras palabras, «te vas, porque te vas».
Finalmente, ayer jueves presentó su renuncia. ¿Qué sigue?, bueno eso ya dependerá mucho de los maestros, lo cierto es que está muy difícil que alguien pueda disputarle un coto de poder a la Maestra Gordillo. Por cierto, de su gente cercana ya hay un maestro con las mangas arremangadas y la guaparra bien ceñida para suplir al interino Alfonso Cepeda Salas.
Como todo traidor ya había traicionado de nuevo queriendo dar diez espacios de su gente sin consultarlos, por fin se acaba la gestión oscura que agredió al magisterio en sus logros.