Frente al auge de programas que retratan al narcotráfico, Avelina Lésper dice que se debe «a la de degeneración ética de la sociedad»

Avelina Lésper FOTO: WEB
- en Carrusel, LBPNoticias

¿Recuerda usted que hace algunos años estaban muy de moda los narcocorridos, esas canciones en cuyas letras se narraban las aventuras de algunas figuras del crimen organizado y que, en su momento despertaron protestas de la sociedad y de algunos medios de comunicación que buscaban su censura? Pues como entonces pero ahora en las pantallas, estamos viviendo una invasión de la cultura del narco. Cada vez aparecen más programas, música, series e incluso películas y telenovelas en donde los narcotraficantes y el mundo en el que viven son el eje de la trama; los ejemplos más recientes, pero no los únicos, los podemos ver en la plataforma digital Netflix, que justo ahora transmite la cuarta temporada de la serie Narcos: México. De acuerdo con la crítica de arte Avelina Lésper, la inclusión de estos personajes se debe a que generan rating, lo cual significa que tienen una gran aceptación social y eso nos habla de «una degeneración ética de la sociedad; vivimos una degeneración muy grande porque los valores de las personas han cambiado».

De acuerdo con lo dicho por la crítica en el programa de radio Dispara Margot, Dispara, antes los personajes de las historias que se presentaban en la televisión eran médicos o ejercían profesiones comunes y salían adelante gracias a su trabajo honrado, sin embargo, de un tiempo a la fecha las cosas han cambiado y ahora muestran a estos personajes que «están atrás de una infraestructura criminal terrible que le ha hecho un daño horrible a México». Agregó que ver esas historias plasmadas le indignan pues, «cuando tú ves a un chavo que está trabajando en una obra, que está de albañil, que está de verdad jodiéndose y que a la gente le dan ganas hasta de llorar del cansancio, dices, él es un idiota porque ese mismo podría estar de narcomenudista y ya traer una moto y traer un coche».

Avelina Lésper también se aventuró a dar una hipótesis del por qué este gusto de los mexicanos por ver las historias que recientemente se han presentado, al respecto dijo «en México tenemos un odio tan grande a las instituciones, a lo que el poder representa que cualquiera que transgreda ese poder se vuelve ejemplar». ¿Será que de verdad estamos frente a una invasión de la cultura del narco? Aquí le dejamos la reflexión de la crítica de arte y lo invitamos a que usted se forme la suya.

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