Desde hace 129 años un kilo es el equivalente al peso de un cilindro de platino-iridio guardado bajo varias campanas protectoras y encerrado con tres llaves en el sótano del Pabellón de Breteuil a las afueras de París. La enciclopedia en línea, Wikipedia, relata que el kilo ha ido variando con los años: “La primera definición, decidida durante la Revolución francesa, especificaba que era la masa de un decímetro cúbico (un litro) de agua destilada a una atmósfera de presión y 3,98 °C, una temperatura singular dado que es la temperatura a la cual el agua tiene la mayor densidad a presión atmosférica normal”.
Resulta que en la Conferencia General de Pesos y Medidas celebrada este viernes en Versalles, se votó a favor de redefinir el kilogramo, por lo que desde el 2019 el kilo ya no dependerá de un cilindro de platino-iridio, sino que tendrá un valor derivado de una constante de la naturaleza.
Cabe señalar que en 1983 la barra de platino que definía el valor de un metro también se redifinió, y es que los metales como el platino y el iridio suelen tener alteraciones que variarían el valor de las medidas. Así que ya sabe usted, puede ser que su kilo de arroz de hace 50 años pesaba más que el que le dan hoy día.
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