Muchos son los ejemplos de cómo la adicción al alcohol, combinada con otros excesos, nunca terminará bien, para muestra ahí tenemos a Lindsay Lohan de quien hace unos días empezó a circular una imagen en internet en la que podemos claramente ver los estragos que ha causado la fiesta y la bebida; muchos han dicho que parece una mujer de 60 años, pero no, en realidad tiene 32. Su actual aspecto dista mucho de la chica que conocimos en Chicas Pesadas, una de sus películas más importantes y, aún más de aquella niña que en 1998 protagonizó Juego de Gemelas.
Quien por muchos años fuera uno de los rostros más frescos y angelicales de Disney y de la televisión norteamericana, es hoy el rostro de los estragos que causa el alcohol en las personas, claro, en ella no sólo ha sido la bebida, también ha enfrentado problemas con las drogas y se ha vuelto una adicta a las cirugías plásticas.
No nada más su imagen física se ha visto dañada por no poder controlar la ingesta de bebidas embriagantes, también ha tenido problemas en su trabajo pues en varias ocasiones ha sido acusada de llegar alcoholizada a sus sets de grabaciones; también le ha acarreado problemas con su familia, ha enfrentado a la justicia por robo en tiendas departamentales y por conducir ebria en varias ocasiones. Lindsay Lohan no es el único ejemplo de lo que hablamos, pero si uno de los más recientes.
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