Advierte el periodista Raúl Peimbert: «Empiezan a surgir los nombres de políticos mexicanos presuntamente implicados con Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán. Son muchos y se asegura que varios ya tienen maletas listas». El gran crecimiento que tuvo el imperio de la droga de El Chapo no se puede explicar sin la complicidad de autoridades del más alto nivel. Y estamos hablando de presidentes de la República, secretarios de la Defensa, titulares de la Policía Federal, secretarios de Seguridad Pública, gobernadores y hasta alcaldes.
Haga usted historia y anote cada presidente, gobernador, secretario de la Defensa, de Seguridad, gobernadores y alcaldes que estuvieron en la época en que El Chapo forjó su imperio. Los primeros nombres que surgen son Felipe Calderón y Peña Nieto, pero El Chapo tenía en nómina a miles de funcionarios públicos, que se veían obligados a aceptar la plata, porque en todo caso les darían plomo.
Algunos de los nombres que dará Joaquín Guzmán Loera serán de personajes conocidos, públicos; esos son los que más morbo despertarán. Pero también surgirán nombres de empresarios, esos que lavaban el dinero del narcotraficante. Era tan grande la estructura del Cartel de Sinaloa, que no le extrañe que por ahí aparezcan nombres de periodistas y hasta de obispos y cardenales.
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