Se sabe que la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) ha consolidado el “chayote institucionalizado”, mediante el pago de becas, colegiaturas de escuelas particulares y hasta la reparación de los vehículos de algunos reporteros, en lugar de emprender acciones que permitan prevenir ataques y asesinatos de periodistas. Aunado a lo anterior, hace unos días, Jorge Morales Vázquez, secretario ejecutivo de la CEAPP, anunció que estaba dispuesto a pagar los gastos funerarios por el homicidio del hijo de una persona que se hace pasar como periodista y que carece de trabajo que lo constate, incluso, es visto por algunos de sus compañeros como un “pasquinero”, es decir, de esos sujetos que afirman tener un periódico o usan el nombre de reporteros para pedir dinero a funcionarios.
Se trata de Cecilio Baltazar Miranda, quien exigió justicia por la muerte de su hijo Eduardo Baltazar Ruíz, baleado por policías estatales la tarde del miércoles 7 de noviembre en la avenida Rafael Cuervo de la zona norte del puerto jarocho. Cabe mencionar que son muchos medios los que lo catalogan como periodista, y si lo es, pues sería bueno que lo mostraran. Sin embargo, en una investigación que realizamos no encontramos nada de su trabajo como tal.
Sin duda se cometió un crimen y los responsables deben pagar por ello, y las autoridades deben llevar a cabo una investigación exhaustiva para dar con los asesinos. Sin embargo, en este caso la CEAPP no es la instancia que deba intervenir en este caso y lo hizo. Cabe recordar que algunos legisladores y periodistas han propuesto la desaparición de la CEAPP, toda vez que ha sido criticada y considerada un elefante blanco, que figura como un mecanismo para mantener el control en el gremio periodístico, mediante dádivas y apoyos económicos, algo que es éticamente incorrecto.
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