Quien niega su cuna, niega su esencia, al menos eso decía la gente de antes. Y es que hay quienes se suben a un ladrillo y pierde el piso, se marea con un poco de poder. Algo parecido le pasó al exdiputado plurinominal Zenyazen Escobar García, quien se olvidó por completo del MMPV. No por algo los maestros vieron bien expulsarlo de la agrupación magisterial. Este personaje, como buen clavadista, sólo utilizó las siglas del MMPV como trampolín para llegar al Congreso local. Sin embargo, nada más llegó y se olvidó por completo de las propuestas magisteriales.
Hoy se siente que la vida le sonríe. Y es que, con la ayuda soflamera del gobernador electo, Cuitláhuac García, ya se ve despachando en las oficinas del kilómetro 4.5. Ya se siente con los méritos suficientes para ser secretario de Educación del estado de Veracruz cuando hace apenas unos tres años atrás su universo era un aula escolar.
Si en verdad Cuitláhuac García está empeñado en poner a su camarada en la SEV, tendrá que irse acostumbrando desde ahorita a los plantones del MMPV y de la CNTE, no importa que el gobernador electo diga que es MMPV, en los hechos el exchippendale no es bien visto por los maestros. Y es que Escobar García movió mal sus piezas, si él piensa que con haber logrado poner a dos de sus cuates dentro del congreso y hacerla de portero en la calle de encanto y rodearse de varios huelepedos de Córdoba, está equivocado el señor, los maestros no perdonan la traición.
Para ser secretario de Educación de parapeto, sólo se requiere el apoyo del gobernador y del SNTE local, pero si no cuenta con el apoyo de todos los maestros del MMPV y de la CNTE, ahí me platican cómo le va.
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