Su candidato a la presidencia de la República se quedó en el camino, al igual que las aspiraciones del excoordinador de campaña. Pero eso no es todo, para acabar de completar el cuadro, su acérrima enemiga, Elba Esther Gordillo Morales, recobra su libertad y viene a recuperar sus fueros y, tenga por seguro que, si se le atraviesa Nuño Mayer, éste será arrollado por completo.
En la política se trata de hacer amarres y amigos, no se puede andar en las altas esferas del poder sin red de protección. Hoy Aurelio Nuño Mayer sólo es un personaje anodino que soñó con llegar a ser presidente de la República. Que crueles aquellos que lo hicieron creer.