¡A ver, a ver! Según Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, él tenía información de las muchas irregularidades del proyecto del Nuevo Aeropuerto en Texcoco; tenía información sobre el daño ecológico y ahora nos sale con que tenía información, desde hace tiempo, de que los inversionistas, interesados en hacer el Nuevo Aeropuerto en Texcoco, ya tenían proyectado adueñarse de los terrenos del actual aeropuerto para hacer una especie de Santa Fe, una de las zonas de más plusvalía en la Ciudad de México.
Dice López Obrador en un video que circula en redes sociales, que él mismo vio ese proyecto. Es decir, tenía Lopez Obrador información privilegiada que no compartió con los ciudadanos para no alterar la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto, y aún así dejó la decisión a los ciudadanos.
¿Qué hubiera pasado si los “sabios” ciudadanos decidieran por la opción de continuar con el proyecto en Texcoco? ¿Qué hubiera pasado si los “sabios” ciudadanos no hubieran sido tan sabios? Entonces, a pesar de todas las agravantes, ¿hubiera dejado que el proyecto en Texcoco siguiera? Es decir, un joven va a pedir la mano de su hija. Lo investiga, se entera que es un delincuente, que es un psicópata, que sólo se acercó a su hija para quedarse con sus riquezas; que ya estuvo casado y que mató a sus anteriores suegros. Se entera usted de todo eso y deja la decisión de casarse a la “sabia” de su hija. ¡No pues qué pinche padre tan amoroso!
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