En nuestro querido México, sus habitantes somos querendones y apapachadores por naturaleza, por nuestra añeja historia y cultura ancestral. Sin embargo, Octavio Paz afirmaba que el mexicano vive inconscientemente en un conflicto interno entre dos civilizaciones, la indígena y la española; y no sólo eso, los descendientes de los aztecas y españoles somos muy dados a la chabacanería y le damos importancia a lo secundario, y lo principal casi siempre lo relegamos; esa inconciencia involuntaria posiblemente se deba a que muchas veces no queremos abrir los ojos a la realidad.
En estos últimos días se le dado mucha importancia al regreso de la maestra Elba Esther Gordillo Morales y a su querella con los actuales dirigentes del SNTE. Se ha hablado de la cancelación de la Reforma Educativa y del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE). No obstante, no se habla del rezago educativo en la que se encuentran millones de niños mexicanos. No se habla del fracaso del Nuevo Modelo Educativo de Aprendizaje.
Es cierto, sus primeras evaluaciones se harán en las primeras semanas de noviembre, pero desde este momento se augura un rotundo fracaso. La dichosa Autonomía Curricular sólo fue una carta de buenos deseos, la estrategia de cambiar los talleres de oficios por clubes no ha dejado satisfechos a padres de familia, maestros y alumnos. Sería bueno que le prestáramos más atención a estos hechos, antes de que el caldo nos salga más caro que las albóndigas.
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