A ver, pongamos las cosas en su respectivo lugar; si los líderes sindicales piensan que, echando abajo la Reforma Educativa, ellos regresarán a manejar el manojo de plazas y el cúmulo de horas, junto con las prebendas económicas que les ofrecía el estado, sencillamente están equivocados. El hombre que estará al frente del país no les dará ni un pequeño espacio dentro de la planeación educativa. El hombre del pandero frente a la SEP se llama Esteban Moctezuma y él no es ningún improvisado y tenga por seguro que no permitirá que ni las huestes de la CNTE y del SNTE metan las manos en los planes de la cuarta transformación.
No, Andrés Manuel López Obrador no puede dar margen para que se vuelva a los vicios anteriores, como la venta de plazas, o se permita el regreso de comisionados y aviadores. No sólo porque sean vicios, sino porque va en contra de su cuarta transformación.
También, la protesta contra la Reforma educativa no solo dejó clara la postura del magisterio, sino que dejó de manifiesto el abierto rechazo al concubinato entre los líderes sindicales y el poder. Por esa razón, el presidente electo no puede quedar mal con los maestros, sabe del compromiso que tiene con los ello; por eso, no hay regreso de los líderes para volver a copar a la parte oficial.
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