Cuando Javier Duarte gobernaba, reinaba la impunidad, el despilfarro y la frivolidad; el recluso metía mano a todo recurso, no importaba si éste venia etiquetado por el Gobierno Federal, su licuadora estaba para eso. Por esa razón, a muchos maestros federales nunca les pagaban a tiempo y de manera completa; el ahora preso rasuraba la nómina federal. Tal vez recuerde la toma de carreteras en el estado por el magisterio inconforme.
Lo peor de todo es que muchos lo sabían y, al hacerse de la vista gorda, se hacían sus cómplices. Como muestra, ahí está la pasada y oscura legislatura, que todo le aprobaba. El propio presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXIII sabía que Javier Duarte jineteaba el dinero de los maestros y lo invitaba a sus eventos a dorarles la píldora a los maestros con el dichoso pago del bono o el RZ.
Por eso, para garantizar el pago puntual, el Gobierno Federal es el encargado del pago a los maestros. Así que ahí la CNTE se equivoca al pedir que sean lo estados los que manejen los recursos de nómina. No hay garantía del buen uso del dinero de nómina en manos de los gobernadores, al menos en Veracruz, con Javier Duarte, se le dio mal uso.
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