Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. Al estilo PRI, Pepe Mancha acudió al Comité Directivo Estatal (CDE) del Partido Acción Nacional (PAN) para registrarse como candidato a la dirigencia estatal del albiazul.
Los camiones de acarreados se encontraban estacionados en la calle Santos Degollado, a un par de cuadras de la sede estatal del PAN.
Los panistas emplearon una práctica de antaño del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los accesos habían sido abarrotados por personas que vestían de color azul.
Apenas se podía pasar a la explanada, donde se llevaría a cabo el mitin político.
José de Jesús Mancha Alarcón repartía saludos de mano y abrazos, y se tomaba fotografías con sus seguidores mientras ingresaba al edificio.
El panista externó su deseo por reelegirse como dirigente estatal del PAN.
Al micrófono presentó a los integrantes de su planilla: Alicia Vera Arenas, José Ricardo Medina Hernández, Josefina Temiz Tontle, Joel Hernández Duarte, Lisette García Macías, Ramiro Iván Platas Córdoba y Rosalinda Tolentino Escayola.
El aspirante estuvo rodeado de diputados locales, senadores, alcaldes, familiares y la militancia. Todos de Acción Nacional.
Entre ellos destacaba el diputado Ricardo García Escalante, quien movía la cabeza al ritmo de los tambores, mientras se empinaba una bebida energética.
«¡Soy la hermana de Pepe Mancha!», gritaba una mujer que empujaba a la multitud para colocarse cerca del presídium.
Los panistas uniformaron a los integrantes de la batucada con gorras y playeras blancas con azul, que llevaban el nombre de Pepe Mancha.
Los seis jóvenes parecían apáticos después de esperar casi una hora al aspirante, cuyo equipo había convocado a las 12 horas del domingo para el registro.
Mientras el candidato enunciaba sus aciertos y errores como dirigente del partido, sobretodo el fracaso en la pasada elección, unos sujetos intentaban controlar los drones que habían caído al suelo, para evitar que los pisaran.
La gente ondeaba las banderas azules con blanco, que llevaban las siglas del PAN.
También liberaban al cielo decenas de globos de los mismos colores, con helio, cuando Mancha Alarcón concluía su discurso.
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