Históricamente, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) políticamente ha sido el contrapeso del SNTE. Es una fracción dentro del propio sindicato que ha buscado de manera persistente democratizar al gigante egoísta. Sin embargo, sus intentos sólo han sido eso, intentos. El SNTE tiene una estructura piramidal completamente cerrada, y bien adoctrinada por las prebendas y parabienes sindicales.
Desde Jonguitud Barrios, y con la administración sindical de la maestra Gordillo, no ha habido una rendija por donde se pueda colar la tan ansiada democracia sindical. Mediante congresos amañados y seccionales a modo, no ha soltado el poder. Durante más de tres décadas se niegan han soltar el pandero del poder.
Por eso no resulta extraño que la CNTE esté solicitando juicio político para la maestra Gordillo y de paso al exsecretario de la SEP, Aurelio Nuño Mayer. Según voceros de la CNTE, el juicio tendría lugar el próximo mes de noviembre y el motivo sería por la corrupción sindical. Así que en noviembre habrá un choque de trenes entre la CNTE, la maestra Gordillo y seguidores.
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