Honor a quien honor merece, si alguien puede decir que aportó tiempo e ideas para sacar adelante la reforma a la Ley del Instituto de Pensiones del Estado (IPE), esa es la diputada Daniela Griego quien, mediante la Comisión Especial, logró que se avanzara con este proyecto. La legisladora apartó e invirtió tiempo para reunirse con jubilados, pensionados y representantes sindicales. Fue un gran acierto la aprobación de ley, ésta vino a darles seguridad a los jubilados del estado. Sin embargo, nunca falta alguien que quiera hacer caravana con sombrero ajeno y se quiera apropiar del mérito ajeno.
Resulta que el diputado plurinominal, Zenyazen Escobar García, se quiere llevar los aplausos y hacerse pasar como el magistral operador político que desató y resolvió el asunto de la reforma a la Ley del IPE. Al menos eso dio a entender en una entrevista que concedió a una revista local.
Por favor, que alguien le diga a este legislador, que por cierto ya va de salida, que su compañera diputada Daniela Griego se llevó más de un año para alcanzar la aprobación de reforma de esta ley. Lo que sí resulta extraño es que parte de esta información la están compartiendo varios diputados de Morena, que ya están molestos por las pretensiones de este legislador. En otras palabras, ya hay fuego amigo.
Lo cierto es que el diputado sólo deja ver sus ansias locas para no perder la aprobación del gobernador electo y lo relegue a un puesto que no sea de su categoría. Él quiere la SEV a huevo, ya prometió direcciones y puestos a sus valedores y allegados de Córdoba, por eso anda como quinceañera de rancho. ¡Mesura señor diputado!, todo a su tiempo y como dice José José: «Lo que no fue, no será».
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