Después de que el periódico Reforma diera a conocer el emporio inmobiliario de Javier Duarte y compañía, en el Senado de la República se acordaron de él, de su mamacita, de su esposa y otros familiares. A todos les queda claro que Javier Duarte es responsable de uno de los quebrantos más escandalosos de los últimos tiempos. Enfermo de codicia, Duarte utilizaba el presupuesto de los veracruzanos como si fuera su patrimonio y no tuvo empacho en gastarlo a manos llenas.
Pero no sólo fue el exgobernador. El senador por Morena, Cristóbal Arias, exhortó a que las autoridades investiguen no sólo a Duarte, sino a su esposa, familiares y a su entorno. Por supuesto en Veracruz exigimos justicia. No basta con que se investigue a Duarte y ya. Es necesario que la Procuraduría General de la República actúe con inteligencia y demuestre los delitos que se le imputan al exgobernador para conseguir una sentencia ejemplar.
La sentencia que se le dé a Duarte pondrá a pensar a los gobernadores actuales si es pertinente o no robarse el dinero de sus gobernados. Por cierto, los senadores veracruzanos del PAN y de Movimiento Ciudadano usaron la tribuna para pedir que se investigue a Duarte, pero los de Morena guardaron silencio.
Comentarios