Los hechos dicen más que las palabras, así lo demostró Naomi, una menuda estudiante de la UNAM quien no midió el peligro y se arrojó sobre Joe, su novio, para protegerlo del salvaje ataque de tres animales vestidos con jersey de futbol americano; ya le habían cortado media oreja y recibido una certera puñalada que ponía en peligro su vida. Joe inerte y en el suelo sólo esperaba el golpe de gracia. Sin embargo, su novia llena de valentía y amor por su hombre no iba a permitir que le arrebataran la vida.
Los golpes que iban para Joe, los recibió ella. Al momento de gritar que cesara el ataque, recibió un duro golpe en la nariz que se la dejó fracturada. A pesar de ello, el bestial sujeto seguía golpeándola, no le importó que fuera mujer, su misión era lastimar.
Después de la golpiza recibida por porros, seguramente auspiciado por una mano oscura, se han levando protestas, miles de estudiantes han salido a la calle condenando el brutal ataque de estas bestias. La sociedad universitaria pide mano dura para los porros de la UNAM.
Y mientras eso sucede, un joven de 21 años se recupera lentamente, aunque él se siente un hombre afortunado, tiene a su lado a Naomi, una chica que le ha demostrado lo que es verdaderamente amar a alguien, aún a costa de su propia vida. Ésa sí es una historia de amor.
Esos rufianes, montoneros cobardes y bastardos (nadie los reconocería como hijo) deben ser expulsados de inmediato. Rector, por un mínimo de humanidad debe actuar con la ley en la mano, esos criminales no pueden tener la categoría de estudiantes, No tolerar la estupidez, la cobardía ni la deshumanización.
Y bien por la chica, tiene grandes ovarios, a diferencia de los hombres en el poder que se les arrugan los testículos y alegan autonomía de los espacios universitarios para no atender la criminalidad.