Ahora resulta que el ayuntamiento de Xalapa puede inhabilitar hasta por cuatro años a exfuncionarios públicos, tan sólo porque lo dicte un contralor municipal. Los puede inhabilitar sin dar oportunidad a que los funcionarios recurran a las instancias competentes; el ayuntamiento de Xalapa puede en todo caso acusar, declarar culpables y sentenciar a los exfuncionarios sin que éstos puedan demostrar su inocencia.
Al rato el contralor municipal, Eduardo Valente Gómez, va a querer desaforar al gobernador del estado. Esta parece ser otra pifia más del ayuntamiento que ya suma varias. Primero dijeron que el estacionamiento de Plaza Ánimas está en riesgo de derrumbarse, después dijeron que no había tal riesgo, que sólo eran rumores.
También dijeron que Rafael Pérez era corrupto y mentiroso, pero después dijeron que apenas se le estaba investigando, que ellos no eran jueces para acusarlo de nada. Ahora, en pleno abuso de autoridad acusan, condenan y sentencian a exfuncionarios públicos, siendo que hay instancias competentes para ello. Al parecer en el ayuntamiento de Xalapa no se cansan de echar el culo para atrás, literalmente eso significa recular.
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