Andrés Manuel López Obrador ha dejado de ser un hombre para convertirse en un personaje. Hasta ahora, a un poco más de tres meses se ha visto congruente con lo que dice. Su relación con los medios es buena, él sabe cómo hacer clic con la prensa. Una de las promesas de campaña medular fue la de asistencia social para las personas de la tercera edad. Los miles de votantes de la tercera edad que lo han seguido desde que fue jefe de gobierno en el anterior Distrito Federal, recibirán mil 300 pesos.
El presidente electo aseguró que terminará con el uso político de los apoyos sociales y los recursos serán entregados de manera directa, «porque no es una dádiva, es un derecho que se brinda a las clases desprotegidas», además de que en tono de jocoso dijo que se acabarán las despensas de frijoles con gorgojo.
El tabasqueño señaló que será a través de la Secretaría del Bienestar, a cargo de María Luisa Albores, como se entregarán dichas cantidades que también aplicará a pensionados, jubilados del ISSSTE y del IMSS. Sin embargo, no especificó la fecha exacta de arranque. Lo que sí aseguró es que será un apoyo que llegue a la puerta de la casa de cada beneficiario para eliminar a los intermediarios.
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