Desde antes de ser presidente constitucional, Andrés Manuel López Obrador ya echó a andar a sus proyectistas quienes ya tienen un montón de ideas que piensan implementar tan pronto el tabasqueño tome posesión de la presidencia. Uno de esos proyectos es el llamado Tren Maya, que es una ruta de tren, suponemos de primer mundo, que recorrerá cinco estados; al principio estaba proyectado para sólo tres.
El Tren Maya recorrerá Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas, lo que significa un recorrido de mil 500 kilómetros por toda la península de Yucatán. Al respecto el mismo presidente electo dijo: «Se va a comunicar una de las regiones de más importancia cultural en el mundo, no hay en otras partes una región en el mundo con tanta riqueza cultural como esta región de florecimiento de cultura maya».
La idea es más que buena, pues estamos hablando de poner a disposición no sólo del turismo internacional, sino sobre todo del nacional, una de las zonas más ricas culturalmente hablando, pero al mismo tiempo una de las zonas más pobres en su economía. ¿Cómo es que no se les ocurrió a otros gobiernos? Porque los otros andaban pensando en cómo robar dinero, no en beneficiar a los mexicanos.
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