Andrés Manuel López Obrador tendrá que pagar deuda que contrajo Peña Nieto, es parte de la transición, del deber democrático de un país. Lo mismo le pasó a Yunes Linares en Veracruz, lo mismo le pasará a Cuitláhuac. No hay misterio en el caso. El problema es que muchos empresarios ilegítimos porfían, y buscan sacar raja de esta incertidumbre política y financiera.
Esos empresarios creen que entre más ruido hagan, el siguiente gobierno les extenderá un cheque que cubra todos los “adeudos”. Esperemos que no sea así. Por ejemplo, el caso de algunos empresarios periodísticos es alarmante; quieren que se les pague una deuda que además de ilegítima, es inmoral.