Arturo Reyes Isidoro / Su curriculum no deja duda de que quien será el Secretario de Gobierno a partir del 1 de diciembre próximo, Eric Cisneros, estuvo la mayor parte de su vida fuera del Estado, aunque haber coordinado la campaña de Cuitláhuac García a la gubernatura en 2016 y haber manejado la estructura estatal de Morena en 2018 lo actualizó en el panorama actual de la entidad, lo que le servirá de sustento para conducir la llamada política interior de Veracruz.
Será, sin duda, un Secretario de Gobierno fuerte, tal vez como no lo ha habido desde que Miguel Ángel Yunes Linares ocupó ese cargo en el gobierno de Patricio Chirinos, en 1992 (entonces la dependencia se llamaba Secretaría General de Gobierno), cuando Eric era un joven de 27 años. De Miguel Ángel se decía que en realidad era él quien gobernaba.
Que será un Secretario muy fuerte se deduce porque su curriculum lo deja claro, y el gobernador electo Cuitláhuac García lo confirmó ayer: es un hombre cercano al presidente electo Andrés Manuel López Obrador. El cuenqueño oriundo de Otatitlán, la sede del santuario donde se venera al Cristo Negro, es tres años mayor que el nuevo gobernador (53-50 años) y tiene más experiencia política que su nuevo jefe.
Un detalle que me llamó la atención ayer en la presentación que hizo de él quien gobernará Veracruz fue su expresión: “Quienes hemos colaborado con Eric Cisneros, reconocemos su destacado trabajo político-electoral”.
No precisó en qué han colaborado juntos, pero sus palabras sugieren respeto al trabajo político de quien será su subalterno. Cuitláhuac, pues, colaboró con Cisneros y ahora será este quien lo haga con el nuevo gobernador.
Cisneros no ha ocultado el fierro que trae. En la víspera de su nombramiento declaró que “… el llamado del presidente electo es a la pacificación de este estado”. Se entendería que trae una encomienda especial aunque creo que tendrá que ser cuidadoso con lo que dice y cómo lo dice y declara para no dar pie a malas interpretaciones, como puede ser que obedece (u obedecerá) a los dictados del presidente, que trae instrucciones precisas de él, o que será un poder alterno; cuidadoso para que luego no se termine echando la culpa a la prensa de lo que se interprete.
De la cercanía del nuevo funcionario con AMLO habla también el hecho de que el tabasqueño como Presidente Legítimo (en 2006) lo nombró Subsecretario de Economía de su gobierno, año en el que le coordinó la estructura de promoción al voto en el sureste del país, incluido Veracruz, Estado en el que de nuevo, desde 2016, le coordinó las estructuras de promoción y defensa del voto.
El cuasi paisano de Fidel Herrera Beltrán (para ir a Otatitlán por la carretera de Cosamaloapan a Tuxtepec, Oaxaca, pasa uno a orilla de Nopaltepec) es un viejo conocido de los morenistas aunque no de todos los veracruzanos. Creo que una ventaja de haber estado tanto tiempo fuera del terruño natal es que llega al cargo sin compromisos con grupos tradicionales a los que tenga que pagar ahora alguna deuda, sin pleitos personales, con espíritu abierto y con disposición al diálogo, tan necesario como urgente.
Cisneros será el segundo ingeniero que llegue al cargo en la última década, luego de que por la oficina que ocupará en el Palacio de Gobierno pasó también Gerardo Buganza Salmerón en el gobierno de Javier Duarte.
Tal vez con él se vuelva a la figura del Secretario de Gobierno no solo conductor de la política interior, sino también una especie de jefe de gabinete, que coordine a los demás secretarios de despacho, pero que igualmente meta orden entre ellos, que cuide que nadie quiera irse por la libre, que cumpla con su trabajo.
Cuando los gobernantes del PRI hacían política política, era algo parecido. El gobernador descansaba en el Secretario General de Gobierno, no se desgastaba ni desgastaba su imagen queriendo resolver todo él, ni se asumía su propio vocero y salía a hablar de todos los temas, con lo que de paso se ponía a salvo de críticas por lo que decía. Siempre quedaba como la última instancia para tomar una decisión final si era necesario. Gobernaba mientras el otro operaba.
Las primeras declaraciones de Eric marcan lo que será su trabajo: promoverá el diálogo con todos los sectores, no utilizará el cargo para practicar espionaje ni persecución política (eso dijo), se ajustará a la legalidad y a reglas claras, combatirá el influyentismo, la corrupción y la impunidad, propiciará el respeto a la libertad de expresión, será un funcionario abierto e itinerante y practicará una política “de oportunidades para todos y de privilegios para nadie”.
Se entendería que viene a hacer política-política, a restablecer el tejido social, a pacificar el Estado como dice que es deseo de AMLO, lo que de paso sería muy saludable luego de que tanto Fidel Herrera Beltrán como Miguel Ángel Yunes Linares convirtieron a Veracruz en un ring político y en rehén de sus pleitos y odios personales que terminaron por dividir el Estado y frenar el desarrollo de una entidad rica en recursos naturales y humanos y que es digna de mejor suerte.
Cabe pensar que una vez oficializado su nombramiento, el gobernador Cuitláhuac García le empezará a derivar asuntos que atender mientras él seguirá recorriendo el Estado y atendiendo a los diversos sectores de la población.
Listo, otro albazo en el Congreso local
En el Congreso local el yunismo tiene todo listo para dar otro albazo a fin de sacar los nombramientos de los nuevos magistrados del Tribunal Superior de Justicia.
Luego de lo que pasó en la sesión cuando se pretendía nombrar al Fiscal Anticorrupción, los panistas y sus aliados tratarán de pasar de noche a la oposición los nombramientos.
Para ello convocarían a sesión en cualquier momento, cuando sepan que sus opositores no podrán llegar a tiempo a la sesión y alegar que se les citó pero que no les interesó y no cumplieron, y para que no les vuelvan a tomar la tribuna.
Para eso querían los votos de July Sheridan y Eva Cadena, para tratar de sumar votos.
¿Una mujer a la Contraloría?
Si fuera cierto, Cecilia Coronel Brizio sería una atinada designación para la titularidad de la Contraloría General del Estado. Su integridad está fuera de toda duda.
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