Cuando se trataba de renovar el Comité Ejecutivo del SNTE, la maestra Gordillo no se andaba con pobrezas, los maestros de abolengo y con más tiempo en el magisterio seguramente recordarán los Rolex que se les regalaba a los seccionales, los viajes en crucero o las famosas camionetas Hummer que se entregaba a cada sección del SNTE. El asunto era tener contentos a los delgados a la hora de votar.
Después de su detención, eso se acabó, Juan Diaz de la Torre, en Puerto Vallarta Jalisco, sólo les regalo un IPhone, otros afortunados recibieron una lap top. Por esa burda estrategia y por haber seleccionado antes del congreso a delegados afines o maiceados, es que la camarilla cupular ha logrado mantener el poder. Estatutariamente Díaz de la Torre estará hasta el 2024.
En ese congreso, el SNTE informó que con tres mil 689 votos a favor de los tres mil 734 delegados que asistieron al Congreso, Díaz de la Torre resultaba electo como nuevo presidente del sindicato, mientras que, como secretario general, quedaría Alfonso Cepeda Salas, por cierto, este último muy cercano a la maestra Gordillo.
Lo cierto es que, aunque se trate de justificar legalidad en los nombramientos, las voces de inconformidad ya se comienzan a levantar a lo largo del país, sobre todo después de la apoteósica victoria de AMLO. Por cierto, el nieto de la maestra Gordillo, René Fujiwara, piensa que el actual presidente del SNTE sólo estará hasta que termine este sexenio.
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