Juan Díaz de la Torre, de fiel peón de Peña Nieto a vigoroso defensor de los maestros

Díaz
El presidente Enrique Peña Nieto con el dirigente nacional del SNTE, Juan Díaz de la Torre FOTO: PUBLIMETRO

Como chiquillo caprichoso que arenga «dice mi mamá que siempre sí», así parece Juan Díaz de la Torre con el tema de la Evaluación Docente. Resulta ingenua su postura, después de doblar las manos en el 2013 y mostrar una actitud cobarde y servil al gobierno de Enrique Peña Nieto. Ahora, en el desierto de fracaso electoral y con gran parte de los maestros en su contra, el exquisito dirigente se manda como veleta impulsada por el viento. Ahora sus pisadas serán hacia donde indique la política educativa que marque Andrés Manuel López Obrador.

El dirigente magisterial, para tratar de justificar su cambio de dirección, señaló inconsistencias en la Evaluación Docente. A este señor se le olvida que en semanas anteriores a la elección arengaba con el candidato del PRI su apoyo irrestricto a que continuara a Reforma Educativa junto con la Evaluación Docente. Ahora, el flácido dirigente magisterial pretende hacer creer a los maestros que está muy preocupado por los derechos laborales, mismos que el pisoteó junto con su Comité Ejecutivo Nacional y sus seccionales al empinarse y tirarse como tapetes ante una mal llamada Reforma Educativa.

Que alguien le diga al señor que los maestros ya no se chupan el dedo y que su cobarde postura traerá serias consecuencias. Y si no lo creen, sólo tienen que mirar a su alrededor, echar una mirada en los congresos locales renovados donde no tendrán representación. Buscar, si acaso, algún maestro asociado con el sindicato ganó algo el primero de julio pasado. La suerte está echada para Díaz de la Torre, de traidor seguramente pasará a ser exiliado.

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