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Genes priistas

Aurelio Contreras Moreno / El “show” que el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ha montado a partir de la persecución judicial de los duartistas para favorecer sus aspiraciones dinásticas y heredarle el cargo a su hijo, fue diáfanamente exhibido en el noticiero de Ciro Gómez Leyva el pasado viernes por la noche.

En la pieza presentada por el conductor en el noticiero estelar de Imagen Noticias, se confrontaron los dichos de Yunes Linares durante su “gira” por The Woodlands la semana pasada, donde afirmó haber “recuperado” para Veracruz varias propiedades que algunos –sólo algunos- de los rapaces duartistas habían adquirido en ese fraccionamiento de Houston, Texas.

Y resulta que las cosas no fueron precisamente como las dio a conocer el gobernador. Por principio de cuentas, la residencia que presentó como “recuperada” y hasta con la posesión de un título de propiedad, de acuerdo con la investigación se encuentra en litigio y aparece a nombre de Sofía Lizbeth Mendoza Hernández, esposa del ex secretario de Seguridad Pública del duartismo, Arturo Bermúdez Zurita, preso bajo cargos de enriquecimiento ilícito y desaparición forzada de personas.

Yunes Linares también afirmó que dicha residencia está valuada en más de un millón de dólares y que The Woodlands es uno de los fraccionamientos más lujosos de Houston. Pero tampoco es así, según lo presentado por Gómez Leyva a partir de un reporteo simple en los registros inmobiliarios y de la propiedad de esa ciudad.

La respuesta del gobernador veracruzano se dio en los términos en los que acostumbra cuando lo que se publica en los medios le desagrada: retando y queriendo sobajar al periodista: “le voy a mandar a Ciro Gómez Leyva una copia de las llaves de la casa, del despacho de Houston, de ‘El Faunito’, del rancho ‘Las Mesas’, de la casa de Tlacotalpan, de las dos casas que recuperamos en Costa de Oro, del penthouse que recuperamos aquí en Boca del Río y también de los cuatro penthouses de la Torre Pelícano. (…) Y si tiene vergüenza, tendrá que salir a ofrecer una disculpa, punto”, declaró el domingo.

Y el lunes por la mañana tuvo su contrarréplica: “El señor Yunes está muy alterado. Ayer dijo que yo había mentido, que él nunca había dicho que la casa era de Duarte. Pero dice ‘aquí Javier Duarte y sus cómplices compraron decenas de casas’. Nunca precisa si esa casa que mostró es de Javier Duarte o de sus cómplices. Y de muy mal tono, de muy mal grado, amenazante, Yunes dice ‘quiero entrar al aire para ponerte en tu lugar’.

“Nosotros no tenemos problema en rectificar. Pero que quiere entrar al aire a seguir con su show, que es lo que ha venido haciendo, y a insultar, que es lo que ha venido haciendo Miguel Ángel Yunes, y a descalificar, pues que se tranquilice el gobernador. Si el señor Yunes quiere pelear, pues que busque a López Obrador otra vez, que busque a Cuitláhuac García. Que busque a los que seguramente lo tienen muy nervioso”, manifestó Gómez Leyva, dejando entrever que el mandatario le habría exigido espacio para responder directamente, pero a la manera como acostumbra comportarse ante la crítica periodística.

Más allá de dimes y diretes, quedaron claramente expuestas las medias verdades y los completos embustes con que el Gobierno de Veracruz ha pretendido manipular a la opinión pública con la “recuperación” de bienes supuestamente incautados o “devueltos” por ex funcionarios duartistas, con una descarada intencionalidad político-electoral.

También salió a relucir el talante autoritario del gobierno del “cambio”, que en lugar de replicar con pruebas una información que considera incorrecta, vocifera y lanza improperios contra el medio y el periodista que osa contradecirlo o exhibirlo. Aunque después, como sucedió con el diario El Universal, haga las “paces” gracias a su nueva “política” de convenios.

Ése tipo de régimen es el que se quiere reelegir a través del hijo del gobernador, a quien tampoco le gusta la crítica periodística y no concede entrevistas que no sean a modo, prefiriendo incluso perder espacios en los medios que enfrentar cuestionamientos reales.

Y luego niegan sus genes priistas.

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