Hubo policías que entregaron a personas al crimen y hubo criminales que entregaron a personas a la policía para que ésta los despareciera. El gobernador fue enfático: «Estuvimos en manos de delincuentes que se atrevieron a todo. Robaron el dinero de los veracruzanos, sin importar que éste estuviera destinado a medicamentos, comida para los más humildes, educación, seguridad; no importaba el destino ni el daño que se causara. Se aliaron con la delincuencia organizada a cambio de millones y metieron a Veracruz en el mapa rojo de la república.
»Su alianza llegó al extremo de desaparecer jóvenes, para ponerlos en manos de delincuentes que acabaron con su vida y desaparecieron sus cuerpos. Cientos de desaparecidos y miles de familiares en su búsqueda dan cada día testimonio de esta historia de terror que Veracruz no merecía vivir».