Uno de los derechos inalienables que en este país tiene todo ciudadano es el derecho de acudir a un ministerio público para denunciar a quien se le pegue la gana; denunciar por lo que sea y con las pruebas que sean. Sólo basta que muestre usted una credencial de elector y que desarrolle un relato. Una secretaria tomará su declaración y el caso se turnará a investigación. Por supuesto, el que una persona haga una denuncia en contra de usted no lo hace culpable a usted. Tampoco el ministerio público lo puede calificar como culpable.
Sólo un juez, y después de un procedimiento laborioso donde el que acusa deberá aportar pruebas, o pueden surgir pruebas de la investigación, puede dictar sentencia y considerarlo a usted culpable. De modo que la denuncia de Ernesto Cordero en contra de Ricardo Anaya es parte de un show mediático, que se combate con otro show mediático. Es por ello que como respuesta a la denuncia en contra de Anaya el diputado Jorge López Martín, vocero del Grupo Parlamentario del PAN en la Cámara de Diputados, acudió a la PGR a denunciar a José Antonio Meade y ya de paso también a López Obrador.
A Meade por el caso Odebrecht y a López Obrador por financiamiento ilícito a su campaña. Por supuesto será muy difícil que las denuncias prosperen, pero el efecto negativo que causa en la percepción de los electores, eso es lo que buscan.
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