Jorge Flores Martínez / Todo indica que López Obrador será el próximo presidente de nuestro país, es prácticamente un hecho consumado. Solo resta que no cometa errores graves o suceda algo que de momento no se me ocurre.
El 2 de julio tendremos los mexicanos un presidente electo con suficiente holgura en votos para asegurar una legitimidad que no hemos visto desde la elección de Vicente Fox. López Obrador sin duda trabajara intensamente para definir su gabinete y establecer los amarres indispensables para su toma de posesión el 1 de diciembre.
En el caso de Veracruz, la moneda sigue en el aire, las campañas se complican y no tenemos encuestas o parámetros mínimos para establecer un resultado con algún grado de certidumbre.
Ver lo mítines de Yunes Márquez o el de Cuitláhuac García en la ciudad de Xalapa en los días pasados, no nos dice nada. Estos actos solo sirven para mostrar músculo, en el primer caso, se trató de una movilización indiscriminada y en el segundo, el deseo de los xalapeños de ver a López Obrador más que a Cuitláhuac.
Xalapa es una ciudad muy complicada para cualquier candidato, se trata de un electorado muy exigente y el más educado y crítico de todo el estado. Ni un partido puede dar por contado que ya tiene en la bolsa los votos de los xalapeños.
Después de ver el debate de los candidatos a la gubernatura organizado por la COPARMEX, no tengo duda que el mejor candidato es Pepe Yunes, es el más preparado y con el mejor perfil para ser gobernador. No quiero abundar en lo pesada que es la losa que representa el PRI, espero que pueda deslindarse lo mejor que posible en los pocos días que quedan de campaña y cerrar con una posición competitiva el día de la elección.
Cuitláhuac García solo le resta aprovechar al máximo el tsunami de votos que va a ocasionar López Obrador. No debería de exponerse innecesariamente y evitar declaraciones que lo comprometan. El caso de la revictimización de los jóvenes desaparecidos en nuestro estado fue absolutamente desafortunado y sin sentido alguno. Su control en entrevistas o debates no es el mejor y se nota que no dedica las horas necesarias para preparase.
Yunes Márquez, tiene todo para ganar, cuenta con el apoyo del gobierno del estado y con recursos suficientes y sobrados. Se mueve bien en el debate y en el mitin, modula su voz y se nota que estudia a detalle cada intervención que realiza. Me parece que no fue buena idea ser el candidato cuando su papá es gobernador, se trata casi una anomalía democrática no tan fácil de aceptar para los electores.
Espero que gane el mejor, los veracruzanos no soportaríamos seis años más de improvisación y negligencia gubernamental.
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