Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como el Bronco, propuso que a los delincuentes se les azote, porque los azotes son necesarios para los delincuentes. Cuando el Bronco habla de delincuentes se refiere a secuestradores, ladrones o los que desaparecen personas. El Bronco toma como ejemplo Singapur, donde sus leyes permiten los azotes públicos.
El Bronco dice: «Miren cómo está ese país», refiriéndose a Singapur. Lo que el Bruto ignora, perdón, el Bronco, es que en Singapur las leyes prevén que a los homosexuales se les dé cadena perpetua. Pero el Bronco puede decir cualquier tontería y no pasa nada, porque para eso está el Bronco en la contienda, para decir tonterías.
Ah, pero que no se le ocurra a Andrés Manuel López Obrador decir esas tonterías porque de inmediato los medios oficialistas harían un carnaval con sus palabras y le darían la misma interpretación que a la posibilidad de abrir foros para tratar el tema de la amnistía.
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