Que Hernández Villalpando le diga al alcalde de Xalapa cuáles son las consecuencias de pelearse con un gobernador

Villalpando
Xalapa,Ver. En conferencia de prensa, Rafael Hernández Villalpando FOTO:PATTY BARRADAS/FOTOVER

Dice la Biblia en Hebreos 11: 1, que la fe es la expectativa segura de las cosas que se esperan, la demostración evidente de realidades, aunque no se contemplen. La palabra fe es muy corta, pero como ya vimos, es una cualidad que los seremos humanos usamos para asuntos espirituales o religiosos. En ocasiones se usa para demostrar confianza en alguien, como el enfermo cuando dice que tiene fe en el doctor que le atiende.

Muchos xalapeños depositaron su confianza en Hipólito Rodríguez Herrero, actual alcalde de Xalapa; por decirlo de otra manera, le tuvieron fe, creyeron en sus promesas de campaña. Tratando de ser objetivos, y dejando fuera el aspecto partidista, se esperaba que el “gobierno de la esperanza” viniera a poner orden y diera una verdadera lección de cómo se gobierna un ayuntamiento tan complejo como lo es el xalapeño.

Sin embargo, después de 100 días no se ve para cuándo; la ciudad luce sucia, el servicio de limpia pública está estático por la chatarra del parque vehicular que no ha sido renovado, aunque el mismo alcalde lo interpretara como un complot. No se olvida el mal funcionamiento de sus colaboradores estrella que no han dado una, como el de la Comisión Municipal del Agua, que tuvo que ser removido por ser un patán y grosero con los subalternos.

Después vino el pleito con los heladeros y con los ambulantes del Salón Bazar, sin mencionar que ahora se enfrenta en una guerra de videos abierta contra el Ejecutivo estatal por la colocación de cámaras de seguridad. No sería mala idea que el alcalde xalapeño se echara un a platicadita con Rafael Hernández Villalpando, para que conozca cuáles son las consecuencias de enfrentarse a un gobernador. Sea como sea, debe haber una buena relación con el Estado, es por el bien de todos.

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