El INE se ve penco como árbitro de las elecciones del primero de julio, da muestras de ineficiencia y parcialidad

En el caso del Bronco, el INE se vio como un árbitro ineficiente para las próximas contiendas electorales FOTO: WEB

En una contienda, del deporte que sea, existen reglas bien definidas para jugarlo; durante años especialistas se han dedicado a perfeccionar reglamentos para su mayor lucimiento y, sobre todo, para que sea un juego limpio, justo y equitativo. En México, en las elecciones presidenciales comparativamente con cualquier deporte, también existen reglamentos, calendarios y normas que regulan la participación de todos los candidatos. Si en cualquier justa el árbitro comete errores antes y durante el partido, el ambiente deportivo se enrarece y provoca sospechas e inconformidades.

No son poca cosa los desaciertos entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el primero por no revisar concienzudamente las anomalías de un candidato que presuntamente había falsificado firmas, y en segundo plano, los integrantes del Tribunal Electoral, por cierto, sobradamente bien pagados que justifican la inclusión de un personaje con antecedentes sospechosos.

Esto genera la sospecha de que recibieron línea desde la residencia oficial de Los Pinos. Si el árbitro es parcial desde antes del partido, tenga la certeza que también lo será al calificar la elección. Mal augurio para la democracia mexicana con un árbitro penco y desgarbado.

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