Horario de verano

Horario
Amanecer en el horario de verano FOTO: WEB
- en Opinión

Edgar Landa Hernández / De repente todo sucede en un abrir y cerrar de ojos, los minutos han trascurrido de una forma que es difícil de explicar de ¡qué manera sucedió! El horario se ha adelantado una hora más, el sueño continúa  y es hora de levantarse y nuevamente agradecer. Las aves aún no revolotean como cada mañana a las 6; am. La primavera aún no se da cita en el árbol descascarado donde a diario se posa y nos deleita con su canto.

Lo mismo ha sucedido con las decenas de cotorras que hacen de su vuelo una verbena sin igual, hoy no están, tal pareciera que a ellas el horario no les afecta, ellas salen de acuerdo a su sistema biológico y así lo hacen. Aún falta una hora para entrar a escena, pero eso no es inconveniente para proseguir con su función en esta bella y colorida vida que se nos ha dado.

Al principio se siente uno diferente, pero al correr del tiempo se adapta uno a las circunstancias, como decía mi padre, “a todo se acostumbra uno menos a no comer! Para un servidor el horario de verano es una forma de poder madrugar y deleitarse con los paisajes primaverales que se presentan en un marco sin igual, rayos multicolores en la lejanía creando una esplendorosa estampa donde sale a relucir el astro rey.

Es inaudito no maravillarse de la gran obra divina en el cual intervienen cientos de matices que se congregan con un solo fin, dar calor a nuestra hermosa y muy aporreada tierra que aún nos da cobijo. Las actividades comienza a partir del alba, entre el rocío que mansamente se desliza por las frondosas hojas de las plantas hasta caer en la tierra. Tierra fecunda que huele a humedad.

Trinos de aves que sus cantos se esparcen en todo lo ancho del bosque haciendo la delicia de todos los deportistas que se congregan efectuando un sin número de ejercicios con tal de conservar la tan preciada salud. Es horario de verano y en un abrir y cerrar de ojos se nos fue el día, más no la esperanza de que mañana, sí, mañana volveremos a decir ¡gracias Dios por permitirnos despertar una vez más!

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