El año de Hidalgo hunde más al goloso de Javier Duarte

Bocafloja
Xalapa, Ver. Javier Duarte de Ochoa FOTO: PATTY BARRADAS/FOTOVER

Una de la frase burocráticas que se repite cada seis años, justo antes de terminar el periodo de gobierno y que no quiere decir otra cosa más que la señal de salida para robar de manera descarada antes de que termine el sexenio, es precisamente el año de Hidalgo, el cual se refiere a que «pendejo el que deje algo». Esa fue la regla del ex gobernador, Javier Duarte.

Resulta que el Gobierno del estado que administró Javier Duarte, hoy preso del Reclusorio Norte, no logró solventar el manejo financiero de ocho mil 347 millones 826 mil pesos del ejercicio fiscal 2016, último año de su administración.

Además, una vez que se aprobó la cuenta pública 2016, en el mes de octubre del año pasado, por su alfil incondicional Juan Nicolás Callejas Arrollo y su supeditada bancada, la Comisión de Vigilancia del Congreso local actual ordenó presentar denuncias penales contra los responsables del mal manejo de seis mil 849 millones 964 mil pesos que no se justificaron de la cuenta pública consolidada, de la Secretaría de Gobierno y del Régimen Estatal de Protección Social en Salud.

Así que, si alguien piensa que le exgobernador saldrá pronto de chirona, se equivoca, el regordete Nerón Veracruzano tendrá que digerir que su amigo el presidente lo ha dejado a su suerte. Ni hablar, el sistema político mexicano te recoge o te rechaza completamente.

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