Los chiles jalapeños, una industria que le dio fama mundial a Xalapa

Chiles
Don Vicente Jiménez con sus hijos Narciso y Mario, quienes iniciaron la industria del chile en conserva en Xalapa FOTO: XALAPA ANTIGUO
- en Opinión

Jorge Díaz Bartolomé / 

“Todo lo que hay de bueno en nuestra civilización es resultado del comercio, el clima, el suelo, la situación geográfica, la industria, la inventiva, el descubrimiento, el arte y la ciencia”

Robert Ingersoll

Xalapa siempre ha sido considerada como una ciudad comercial, durante los siglos XVIII, XIX y XX la población con ascendencia española ha desarrollado esta actividad. Por su estratégica ubicación, ha sido el paso obligado para el traslado de mercancías provenientes de Veracruz hacia la Ciudad de México y centro de distribución para surtir mercancías a los pueblos cercanos, sin dejar a un lado la importancia que tuvo el Ferrocarril Interoceánico para el desarrollo de esta actividad.

Un personaje que contribuyó al progreso comercial de Xalapa fue don Vicente Jiménez, personaje cordobés que llega a la capital veracruzana para abrir un almacén de abarrotes en la calle Zamora, en una hermosa casona donde actualmente se encuentra Vips. Una tienda que expendía productos en conserva, chorizo, aceitunas y chiles, los cuales eran almacenados en bodegas en el traspatio del almacén. Se cuenta que cuando pasaba el tren, bajaban productos perecederos entre ellos chiles jalapeños y serranos.

Pero el negocio de don Vicente dio un giro de 180 grados al aplicar la idea de poner los chiles en barricas con vinagre y sal para conservarlos y posteriormente venderlos a granel. Más adelante, el cordobés compra dos propiedades en la calle Juárez, la primera ubicada exactamente enfrente a la calle Madero que colindaba con la casa de la familia Díaz Acosta -hoy existe un edificio de cuatro pisos y una óptica en la parte baja-; aquella casa que se distinguía por su fachada afrancesada y unas bellas escaleras similares a las que tiene el Casino Xalapeño. Dicha residencia fue habitada por don Vicente y sus hijos Narciso, Florencio, Ricardo y tres de sus hijas; la segunda propiedad estaba ubicada exactamente en la esquina de Juárez y Lucio.

A la muerte de don Vicente, Narciso rechaza la herencia que incluía la casa antes mencionada y compra otra ubicada en la esquina de Juárez y Azueta para abrir una fábrica de chiles jalapeños en escabeche enlatados. La tecnología de enlatado no existía en Xalapa, así que compraba las láminas y las confeccionaba con mucho ingenio y precisión para crear lata por lata, soldando cada una de ellas con un cautín.

Con una extensa variedad productos, entre los que destacaban los chiles rellenos de atún, bacalao, sardina, salmón, carne y queso, así como chiles chilpotle dulce, adobado y escabechado. Las presentaciones eran en latas de 110 g., 400 g. y 800 g. que se empacaban para su distribución en cajas que contenían 48 latas con todas sus variedades.

Posteriormente el negocio familiar lo continuó su hijo don Mario Jiménez Cabrera, y es él quien logra proyectar la empresa a nivel internacional y consolidarla introduciendo nuevos productos como los chiles serranos y las aceitunas. Don Mario vende la fábrica en la década de los noventa a don Antonio Ballesteros, trasladándola a un costado de la carretera federal Xalapa-Veracruz, en el fraccionamiento Las Ánimas, pero el resultado desafortunadamente no fue el esperado y la fábrica tuvo que cerrar. Acabando con ello varias décadas de prestigio, pero el legado de la familia Jiménez perdurará como ejemplo de Xalapa ha sido cuna de grandes hombres que le han dado fama a Xalapa.

En las postrimerías del siglo XX, grandes capitales fueron clave para la construcción de supermercados y cadenas de tiendas de conveniencia, obligando a cerrar a las pequeñas misceláneas con su estantería en madera y sus tradicionales mostradores que le dieron alguna vez un toque provinciano a Xalapa, donde el propietario aún conocía a sus clientes y sabía sus necesidades.

Nos vemos en la próxima.

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