La muerte de Leobardo Vázquez Atzin, periodista de Gutiérrez Zamora, sigue mostrando la condición vulnerable del gremio periodístico en nuestro país. En México asesinan periodistas porque se sabe que los homicidas tienen pocas posibilidades de pisar la cárcel. Se reporta que Leobardo Vázquez Atzin estaba denunciando la invasión de un predio en Tecolutla, en el que al parecer había intereses del propio ayuntamiento, de una organización y de cierto notario público.
No se debe descartar a priori que el homicidio se haya dado por razones de su trabajo periodístico, aunque se debe hacer una investigación seria sobre su muerte para que este crimen no quede impune. Leobardo Vázquez Atzin es el tercer periodista asesinado en 2018, si bien el índice de asesinatos de periodistas ha ido a la baja, eso no es consuelo cuando de un compañero del gremio se trata.
Ya la diputada María Eliza Manterola, del distrito donde se dio el asesinato, exhortó al «Fiscal Especializado en Delitos Electorales y Contra Periodistas, Jaime Cisneros Gómez, acelerar las investigaciones para dar a la brevedad posible con las personas que quitaron la vida la periodista Leobardo Vázquez». ¿Y la Comisión Estatal de Atención para la Protección de los Periodistas? Esa sigue viendo cómo se gasta el presupuesto en viáticos y becas. ¿Ya para qué mantener ese “hipopótamo” blanco?
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