Aquellos que están tronando cohetones de feria y descorchando las botellas de vino para celebrar la supuesta salida de Javier Duarte de chirona, les decimos que no sean tan adelantados. El hecho que su abogado estrella con apellido toril haya declarado que cualquier pasante de abogacía podría sacar a Javier Duarte de la cárcel y librarlo de muchos años de prisión, no significa que en los hechos así ocurra.
Los tiempos electorales son el contexto de la situación que enfrenta el cordobés, considerado ya como un uno de los maleantes más grandes de la historia del Estado de Veracruz. Los detenidos y reclusos de Pacho Viejo, miembros exquisitos que sembraron el terror durante el mandato de Javier Duarte, ya están cantando y echándose sus gorgoritos y, hasta donde se sabe, están empinando cada día más al preso Duarte.
Es cierto que tal pareciera que el Gobierno Federal está protegiendo al exgobernador veracruzano, sin embargo, los delitos por desaparición forzada y encubrimiento no son fáciles de vencer y eso cualquier abogado lo puede constatar. Ese pudiera ser el as bajo la manga de la Fiscalía estatal para no dejar salir de la cárcel a un sujeto cínico, que pretende hacerse el digno ante una sociedad agraviada por sus fechorías. Así que, no hay nada que celebrar, los admiradores de Duarte de Ochoa pueden esperar otros años más.
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