¿Conoce usted bien a los compañeros de sus hijos? Acaso sabe usted con quien pasa horas su hija chateando. Resulta increíble que aunque el FBI ya tenía conocimiento del perfil de Nikolas Cruz, y aunque éste ya presentaba claros síntomas de un joven listo para matar, la autoridad no hizo nada para tomar las debidas precauciones. El ahora asesino de Parkland era un estudiante marginado por sus propios padres y, aunque su obsesión por las armas y la violencia eran evidentes, nadie hizo absolutamente nada.
Eso pasó en el país más poderoso del planeta. Ahora imagínese qué podría pasar en el nuestro, donde los indicies de marginación adolescente son altos. El poco interés de muchos padres hacia sus hijos hace que muchos jóvenes de esta generación busquen cobijo en el internet. Algunos buscan compañerismo con grupos de desadaptados, que provocan y retan la inteligencia de los jóvenes inexpertos.
Por esa razón, hemos insistido constantemente en este medio que no es mala idea de vez en cuando revisar la tablet o el celular de sus hijos. Es cierto que se debe respetar la privacidad de los hijos, pero si hay sospecha de mal uso de los medios, o encuentra usted cambios de humor repentino y éste busca aislarse, es mejor tomar las debidas precauciones, el diálogo amable e inteligente es mejor que lamentarnos después.
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