El día de mañana, 2 de febrero, se cumplen los 40 días del nacimiento de Jesús, el Mesías. Entre los judíos, a los 40 días los recién nacidos eran llevados al templo, y el primogénito era ofrecido a Dios de acuerdo con la ley mosaica. Cuando Jesús fue llevado lo reconoció un hombre justo que había pedido no morir antes de conocer al Salvador. Cuando el hombre, llevado por el Espíritu Santo, reconoció a Jesús le dijo: «Tú eres luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel».
Es por ello que Jesús es reconocido como la luz del mundo, es decir la “candela” que alumbra el mundo. La tradición católica celebra por esta razón a la virgen María de la Candelaria. Esta celebración coincide en el mundo prehispánico con la ofrenda de maíz que los indígenas ofrecían a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl.
Estas dos tradiciones, tanto católica como prehispánica, se sincretizaron de tal modo que el Día de la Candelaria se ofrece el producto del maíz a el niño Dios, en este caso el producto son los tamales y el atole de masa. El día dos de febrero es el Día de la Candelaria, el día que, aquellos a los que les salió el muñeco en la Rosca de Reyes, deben ofrecer tamales. ¿Ya los está usted preparando?
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