Nadie me preguntó, pero mi voto será para…

Voto
Cuitláhuac García Jimenez; José Francisco (Pepe) Yunes Zorrilla; Miguel Ángel Yunes Márquez FOTO: WEB
- en Opinión

Jorge Flores Martínez / En Veracruz no he oído ni una sola palabra de compromiso democrático de nuestros candidatos, hablan de todo menos de ser y comprometerse con la democracia.

Me costaría mucho trabajo creer en algún compromiso con la democracia del PAN-PRD, cuando prácticamente realizaron un golpe de estado en el Congreso local, con maniobras muy cuestionables y personajes aun más cuestionables, se hicieron de una mayoría que los ciudadanos no les dimos con nuestro voto. En el poder judicial están nombrando magistrados a gusto y antojo, obligando a jubilarse a los mayores de 70 años y disponiendo al exsecretario particular del gobernador como magistrado del tribunal administrativo. Lo anterior, sumado a la intención de imponer algo que por momentos parece un proyecto familiar, creo que es de muy cuestionable calidad democrática.

En cuanto al frente que encabeza Morena, no estoy muy de acuerdo con eso de que ellos son la esperanza de México. Me es muy difícil creer en liderazgos unipersonales, donde el líder es inmaculado, con capacidades de dar el perdón y salvación a los arrepentidos, además es dueño de la verdad absoluta y de la buenaventura. De creer en una persona con esos poderes, pues me quedo en la iglesia y me atengo a sus dogmas de fe obedientemente.

Del PRI, pues ni hablar, tienen en su ADN la corrupción y es terriblemente difícil que nieguen su herencia. Fidel y Duarte son una carga insoportable para cualquier candidato, y más difícil si aún persisten en acompañarse de impresentables. Escuchar a un priista hablar de combate a la corrupción es como oír a un sacerdote sermonear sobre abuso infantil e impunidad.

El compromiso que deben asumir como candidatos es, el que esperamos todos los veracruzanos, que contiendan con todo el entusiasmo y capacidad en estas campañas, que busquen el voto de cada veracruzano con un espíritu democrático, que se sometan al resultado de las elecciones y, que una vez ganadas, se envistan como gobernador de todos los veracruzanos y no como líderes de un proyecto político o personal; que siempre, tengan la prioridad de construir la normalidad democrática que exigimos todos en Veracruz.

Así que yo ya me decidí, no pienso votar por un proyecto familiar en el que no estoy incluido, ni tampoco votar por un movimiento lidereado por un dogma de fe incuestionable, menos por la normalización de la corrupción institucional como forma de gobierno.

Votaré por el candidato que como compromiso tenga la democracia, que se comprometa por dejar un Veracruz mucho mejor al que reciba. Uno que, con números perfectamente cuantificables y medibles, sea más justo, libre, seguro e igualitario.

Votaré por el candidato que garantice que Veracruz es un proyecto de todos, para todos y con todos.

Entiendo, que, así como están las cosas, pareciera que anularé mi voto, pero no, soy un optimista irredento, aun espero que entiendan y cambien.

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