Sebastián Reyes Arellano, el diputado chapulín que brincó de Morena al PAN, aquel al que le robaron su celular de trecientos pesos; sí, aquel legislador que se encadenara en el recinto legislativo, el que se llevaba los platos de la cafetería del Congreso a su casa. Pues resulta que esta finísima persona, con la enorme calidad moral que le acompaña, salió a declarar que en Veracruz nadie se queja de la inseguridad, que los del mitote son los medios de comunicación.
Todavía este legislador se atrevió a decir que él no es Dios para como para poder frenar la violencia en Veracruz, pero eso sí, culpó a los medios de comunicación de magnificar los hechos de la delincuencia.
Desde la pequeña sesera de este “digno” representante popular, hay tranquilidad en Veracruz y sólo los medios han magnificado la delincuencia. Por favor que alguien le diga a este señor que se dé una vueltecita por Coatzacoalcos, Poza Rica o por lo menos que se dé una escapada por el Campo de Tiro como a las ocho de la noche, seguramente lo dejarían sólo con trusa y calcetines. Lo que este diputado debe reconocer es que con sus declaraciones, busca congraciarse con el poder de más arriba.
Nuestro país esta integrado en su totalidad por pueblos originarios, solo falta retomar el control y cada uno elegir a su consejo de gobierno, ya no más corruptos políticos, que solo ven el beneficio personal, de psrtido y de amigos….basta de ratas, con disfraz….