Mientras podía sacar provecho del apellido, Eduardo Sánchez Macías decía ser primo de Karime Macías, la entonces primera dama de Veracruz. Ni Javier Duarte ni Karime desmintieron esa aseveración. Tampoco lo hizo Tony Macías, quien en 2014 cortó el listón inaugural de lo que fue el Heraldo de Córdoba, y quien declaró al Diario Martinense, propiedad de sus sobrinos: «Los Sánchez Macías son echados para adelante y yo también».
En el Congreso, parte del discurso extorsionador de los Sánchez Macías era que, como primos de la primera dama, tenían derecho a mejores convenios y por ello se quedaron con la mitad de los recursos destinados para convenios periodísticos. Pero ahora que Javier Duarte y Karime Macías han caído en desgracia, Eduardo Sánchez Macías le dice a Proceso que él no es primo de esos apestados.
No le conviene ser primo de Karime porque busca ser diputado de la alianza PAN-PRD-MC, y el candidato de esa alianza para la gubernatura es Miguel Ángel Yunes Márquez, quien dice que no conocía al exdiputado, pero seguro que ya se está poniendo al tanto de la clase de hampón que es Eduardo Sánchez Macías, quien como Pedro, ya ha negado a su prima Karime tres veces antes de que cante el gallo.
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