Su paso por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que él dirigió, deja mucho que desear. El joven funcionario, amigo íntimo del presidente Peña, sólo interpuso 317 denuncias por presuntos hechos de lavado de dinero y eso que estuvo al frente de esa unidad más de tres años. La impunidad es la sombra que ha perseguido a Peña Nieto desde que inició su gobierno, cinco años atrás, y hoy, con el nombramiento de Alberto Bazbaz, esa sombra se espesa aún más.
La encomienda que tendrá a su cargo el inexperto funcionario, tiene que ver con el acceso a los datos fiscales y los expedientes judiciales. Por tal razón, más de uno ha pensado que su acomodo al frente del Cisen tiene que ver con asuntos meramente electorales, ya que de esta forma se podrá tener vigilados a los candidatos contarios al partido del presidente. Por lo pronto se espera que los partidos opositores al PRI levanten la voz en contra.