Por un lado, el partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, pregona apego a sus principios, lealtad a sus militantes y fidelidad a sus estatutos, y por el otro lado anda haciendo sus amarres en lo oscurito, esos amarres que tanto ha criticado López Obrador. Y es que Morena, como cualquier partido vetusto y sin principios, acepta cualquier candidato que pueda dar la pelea, o que suelte la lana necesaria para participar en la “tómbola”.
Uno de esos candidatos será Gustavo Moreno Ramos, priista y actual suplente del diputado priista Édgar Spinoso. Moreno Ramos representa todo lo que los militantes de Morena tanto repudian, pero eso es lo de menos, mientras el señor pague su cover, a la dirigencia estatal de Morena no importa la incongruencia.
Los de Morena se creen que Moreno Ramos va a jalar a los maestros de la zona, ya que él fue líder magisterial. Sin embargo, los veracruzanos poco a poco se están dando cuenta que Morena está hecho del mismo material viscoso y hediondo que los otros partidos.
Comentarios