El PRI es un partido de formas y de fórmulas. Las formas le daban a este partido cohesión, las fórmulas le daban victorias. Es por ello que la mañana del viernes 5 de enero, el PRI se valió nuevamente de formas y de fórmulas para ungir a su precandidato, el senador con licencia, José Francisco Yunes Zorrilla. Gran entusiasmo se palpó en el evento de registro a precandidatura de Pepe Yunes. Todos los sectores del partido estuvieron presentes, el campesino, el obrero, el popular, el femenino y el de los jóvenes; todos compitieron con sus porras, con sus vítores.
El evento en el salón de actos de la Sección 32 estuvo repleto de una militancia que no parece derrotada, a pesar de que, en las pasadas elecciones, tanto para diputados locales como alcaldías, sus resultados no fueron lo que esperaban. Pepe Yunes llega a tiempo, pero su buena costumbre de saludar a todos los que se lo pidan, de mano, lo retrasa un poco. Adentro no cabe un alma, afuera, los militantes aguantan el frío y como recompensa son los primeros en recibir a su precandidato.
Después se formó la valla y por ahí Pepe Yunes, a quien muchos ya llaman gobernador, avanzó hacia su registro. En el evento quedó clara una cosa, el PRI no está muerto, y si cada sector, cada militante, cada operador hace bien su trabajo, Pepe Yunes tendrá muchas posibilidades de llegar a ser gobernador en 2018.
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